Descansados del día de ayer, de nuevo taxi y al Aeroparque, esta vez con destino a Puerto Iguazú, la “puerta de entrada” a las cataratas por el lado argentino. Llegamos pronto al aeropuerto, facturamos y a desayunar¡¡¡ Tostado de jamón y queso, esta vez uno para los dos¡¡¡ Y de repente nos encontramos de nuevo a Guillome ¡¡Qué pequeño es el mundo, va en nuestro mismo vuelo a Iguazú¡¡
El vuelo sale con un poco de retraso (poco para lo que ya estamos acostumbrados) y en poco más de hora y media estamos llegando. ¡¡Que diferencia de paisaje se ve desde la ventanilla del avión¡¡ De la “gran nada” de El Calafate a una explosión de color verde en Iguazú, y de repente, a lo lejos, una cabaña pequeñita en mitad de la selva. Nos vamos acercando a la cabañita y resulta que es el aeropuerto¡¡¡ Un trocito de selva sin árboles para que los aviones puedan aterrizar. ¡¡Argentina nos sorprende de nuevo¡¡
Decidimos tomar un taxi que nos llevara al hotel que habíamos visto por internet, que estaba a las afueras del pueblo. Por el camino vamos viendo algunos hoteles y albergues junto a la carretera y pensábamos que sería alguno de ellos. Pero el taxista toma un camino de tierra y empieza a adentrarse en la selva camino a la derecha, luego izquierda y así un buen rato hasta que llegamos al hotel. El sitio tenía muy buena pinta, pero nos pareció que estaba muy lejos de la carretera y por supuesto, del pueblo. Así que cancelamos la reserva y le dijimos al taxista que nos enseñara un par de sitios que estuvieran en el pueblo.
Finalmente nos quedamos en el HOTEL POSADA LA SORGENTE, un hotelito muy mono que quedaba en el pueblo y que tenía habitaciones libres: Avda. Córdoba, 454, con piscina y wifi gratis. Habitación doble con desayuno por 330 pesos (hacen un 10% de descuento si se paga en efectivo). Por la noche ofrecen cenas en su restaurante-trattoria.
Vamos a comer a LA RUEDA, un restaurante también recomendado por los foreros, que tiene como especialidad sus platos de pasta y de pescado. El lugar es muy bonito y el personal algo lento en el servicio, pero la comida buenísima. Pedimos dos platos de pescado de río típicos de la zona: Pagú a las finas hierbas y Surubí “Garganta del diablo”, relleno de palmito, queso y tomate. Si ves vivos a los bichos, no te los comes, ¡¡feísimos¡¡, pero están muy buenos. Y el postre ES-PEC-TA-CU-LAR: Panqueque tropical, o sea, un crep finito con frutas tropicales encima y flambeado. ¡¡Una delicia¡¡
Después del “homenaje” decidimos volver a descansar un rato al hotel. Acostumbrados al frio “patagónico”, estábamos un poco aplatanaos con el calor. Ya repuestos damos una vuelta por el pueblo, que nos recuerda un poco a los pueblos del Caribe, y enfilamos la Avda. Tres Fronteras hasta el Hito y el rio Paraná, el punto donde se unen las tres fronteras: Brasil, Argentina y Paraguay.
Cotilleamos un poco los puestos de artesanías que hay allí y vemos por primera vez los mosquitarros que hay por la zona (nada que ver con los portaviones que habitan en el aeropuerto de Roma) Comprobamos que el repelente que llevamos, RELEC EXTRAFUERTE, funciona estupendamente: los mosquitos se tiran en picado a por nosotros y al llegar, pum, se dan media vuelta sin saludarnos siquiera.
Volvemos al pueblo y compramos la comida para mañana: dos sándwiches de miga, patatas fritas y algunos alfajores. Lo disfrutaremos en el Lado Argentino del Parque Nacional de las Cataratas de Iguazú¡¡
Hola! Excelentes tips para disfrutar de Puerto Iguazú en Argentina, donde puedes tener las mejores vistas de las Cataratas de Iguazú y además visión hacia Paraguay y Brasil sin necesidad de cruzar la frontera. Gracias y Saludos!
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