Después de varios años "vampirizando" foros, blogs y diarios de viaje, creo que ya ha llegado el momento de estrenarme en este mundo y contar mis experiencias viajeras en este blog.

Espero que perdonéis mi falta de práctica y los errores que pueda cometer, y que os sirva para buscar información para vuestros viajes o simplemente, para que disfrutéis al menos una décima parte de lo que he disfrutado yo en estos últimos años recorriendo mundo.

Y como pasa con todo en esta vida, un viaje puede convertirse en inolvidable si la compañía es la adecuada, y yo he tenido la suerte de ir siempre fantásticamente acompañada en todas mis aventuras.

Se admiten críticas, sugerencias, aplausos y abucheos... y todo lo que creáis conveniente, porque eso significará que alguien está leyendo mi blog¡¡¡

lunes, 11 de octubre de 2010

DÍA 19: NUESTRO ÚLTIMO DÍA EN BUENOS AIRES SIN OLVIDAR EL BARRIO DE BOCA


La cosa llegaba a su fin y no podíamos irnos de Buenos Aires sin visitar el BARRIO DE BOCA con su famosísima Bombonera y su Caminito. Así que después de zamparnos nuestras imprescindibles medias lunas salimos a la calle a pillar un taxi que no llevará hasta allí. También se puede ir en el bus número 29 que tiene varias paradas en el Microcentro, pero esta vez optamos por lo cómodo.

Era sábado por la mañana y nos llamo la atención que muchas tiendas del centro estuvieran cerradas. Le preguntamos al taxista y nos dijo que los sábados abrían pocas tiendas en el centro, que sobre todo estaban abiertas las de los centros comerciales. Así que cuidadín con dejar las compras de última hora para el sábado¡¡¡¡
En poco más de 10 minutos el taxista nos dejo en la puerta del Estadio de fútbol del Boca Juniors, más conocido como “LA BOMBONERA”. Se veía bastante gentecilla pululando ya por los alrededores. A la hora de pagar solo teníamos billetes de 100 pesos y el taxista no tenía cambio, así que nos dijo que no nos preocupáramos, que fuéramos a alguna tienda a cambiar el billete. Y tan tranquilo se quedo el hombre esperándonos, que podíamos haber salido por patas y hacerle un “sinpa”¡¡ Buena gente estos argentinos.
Después de pagar el taxi (que no hicimos el “sinpa”) entramos al Museo de la Pasión Boquense, que está en los bajos del estadio. Hay distintos tipos de entrada: solo para el museo, para el museo y asomarse a la cancha o para el museo y una visita guiada por la cancha, que era la entrada más cara. Bueno, ya que estábamos allí pillamos esa, pero la verdad es que me resultó carilla (también es verdad que yo muy del Boca no es que sea, para un hincha lo mismo es un chollo).
El museo básicamente son fotos de jugadores, las distintas camisetas, los trofeos y alguna cosa más. Tiene dentro una sala en forma de pelota enorme y dentro una pantalla de 360º donde cada hora echan una peliculilla, pero al final no la vimos. Por supuesto, la consabida tienda de regalos cariiiiisima¡¡¡

En la visita guiada un chico nos enseño las gradas, un minitrocito de césped “enjaulado” y el vestuario visitante.

Después de la visita cotilleamos un poco las tiendas de alrededor del estadio, que básicamente venden cosas del Boca ¡¡Que pasión, por Dios¡¡
Justo enfrente de la entrada del museo hay una calle que lleva directamente a CAMINITO. A mitad de la calle hay un parrillada estupenda con unos choricitos y unas costillitas haciéndose a la brasa y soltando un olorcito… ummmm¡¡¡¡
Llegando a Caminito ya empiezan a verse las fachadas de colores: rosa, celeste, amarillo… La verdad es que es una zona muy muy bonita. Demasiado turística quizás, pero merece la pena verla.


Hay mogollón de tiendas de recuerdos con cosas bastante chulas y también muchos artistas callejeros que venden sus cuadros con motivos de la zona. Algún cuadrito de éstos se vino con nosotros a España…
Comimos en un sitio que recomendaba la Lonely Planet, EL SAMOVAR DE RASPUTÍN, un sitio supercurioso que parece cualquier cosa menos un restaurante. Tiene una terraza fuera, pero nosotros nos metimos dentro y hay que ver la decoración del garito… no digo más. Tenéis que ir a verlo… La comida buenísima y superabundante como siempre.

Ya con los deberes hechos volvimos al hotel de nuevo en taxi. En la parada de taxis que hay en Caminito siempre hay un señor que creo que por abrirte la puerta, te pide propina. Así que llevar algo suelto para darle.
Mañana nuestro avión sale temprano, así que solo quedaba llamar a la empresa de remises que nos trajo desde el aeropuerto hace ya 20 días (como pasa el tiempo), intentar que todo lo que llevamos quepa en las maletas y despedirse hasta la próxima (nunca para siempre) de este maravilloso país que nos ha tratado de manera fenomenal, que nos ha ofrecido espectáculos naturales inigualables, que nos ha grabado en la retina imágenes imborrables y que no podremos olvidar nunca: el color azul del hielo en El Calafate, el sonido de los témpanos al caer al Lago Argentino, el verde cegador de la selva en Iguazú, la fuerza del agua de sus cataratas, la amabilidad de los argentinos, su riquísima y abundante comida, los colores de Caminito, la pasión por el fútbol, y en definitiva la pasión por la vida que te transmite Argentina. Tampoco podemos olvidar el maravilloso día que pasamos en Colonia de Sacramento en Uruguay y los caóticos y divertidos días en Rio de Janeiro¡¡¡¡ 
¡¡¡HASTA LA PRÓXIMA, QUE ESPERO QUE SEA PRONTO Y LEJOS¡¡¡

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